jueves, 15 de enero de 2015

El parque "La Güira" renace. (Fotos)


Con mucho júbilo, con sincera alegría escribo estas líneas después de haber constatado con mis propios ojos lo que leí hace algunos días en el periódico provincial “Guerrillero”; El Parque Nacional La Güira, se restaura y re-inaugura.


Antes:


La fecha que se tiene como de ejecución o construcción de la Güira tal y como se conoció después, data de 1920 y 51 años más tarde creo que fue mi primera visita, cuando contaba con siete años de edad, me atrevería a decir que en aquel entonces, a pesar que habían pasado 11 ó 12 años de un gobierno revolucionario, en cuya lista de prioridades no estaba precisamente la conservación de aquellos tesoros, el parque estaba intacto, casi como lo había dejado su creador y propietario José Manuel Cortina y García (1880-1970), después que las leyes revolucionarias contra los latifundios intervinieran la hacienda “Cortina”, donde La Güira era una minúscula parte de grandes extensiones de tierra y varias propiedades más en Pinar del Río.

 El parque “La Güira” se ubica en los 22038´ de latitud Norte y los 83024´ de longitud Oeste, a 4 kilómetros del poblado San Diego de los Baños en el municipio Los Palacios, provincia de Pinar del Río, Cuba.

 En ese entonces, al que hacía referencia anteriormente,  tuve el privilegio de ver la casa de visita de su creador y propietario, al menos desde el exterior (no estaba abierta al público), subir a su azotea-mirador por una larga escalera metálica y de caracol; años después un incendio destruyó el inmueble por completo, pero hasta las ruinas del caserón, cargan hoy con el halo de misterio, alimentan las leyendas y la magia que envuelve a todo el parque.
Ruinas (al fondo) de la casa Cortina

También en aquella visita pude entrar a la casa museo del Japón, donde existían gran cantidad de objetos típicos, clásicos de esa cultura, desde genuinos sables de guerreros japoneses hasta elementos de culto religioso; me parece que el guerrero mongol de la época de Gengis Kan con armadura a tamaño natural estaba en ese lugar, ahora no estoy seguro, por pura lógica debió ser en la casa China, aunque en contra de la lógica, desapareció con el incendio de la casa japonesa junto con el resto de muchas piezas más, muy raro ¿verdad?, muchos misterios en el lugar, eventos paranormales quizás.
Al fondo ruinas de la casa museo del Japón

 Después:

En muchas, muchas visitas por diferentes motivos pero casi todos relacionados a excursiones o estancias en una villa aledaña al lugar, pude apreciar año tras año el deterioro, abandono total y lastimoso de aquel increíble lugar. En cada nueva visita me preguntaba que faltaría,  cuál sería el nuevo destrozo o acto de vandalismo.

El león y la anaconda en bronce, donde la serpiente pierde la cabeza y no fue por el golpe del rey de la selva


He leído que los objetos y algunas piezas de valor se conservan en museos de la capital pinareña, he reconocido algunos, pero seguramente muchos han tomado otros rumbos, hablamos de elementos decorativos y escultóricos, donde sobresalían las figuras esculpidas en mármol de Carrara, bronce y otros materiales, la mayoría de ellos adquiridos en el extranjero. 

Hablemos además, de los tapices que representaban el oropel manchú, los pebeteros oxidados entre los cojines de seda, hablamos de una habitación conocida como, "la vivienda del Buda", donde el Dr. Cortina y sus amigos solían regirse por las costumbres orientales como el uso de pantuflas, la quema de inciensos y la búsqueda de reposo para el cuerpo y para el alma, ¿se imaginan los objetos y la decoración de tal habitación? 

Pero los cerdos que nunca saben para qué sirven las margaritas, cargaron hasta con emblemáticos árboles de maderas preciosas que existían en el parque, así que nada debe sorprendernos. 

José Manuel Cortina y García:


No se puede hablar de La Güira, no sería justo, si no hacemos mención de su célebre, culto e interesante propietario, quien la convirtió en un conjunto de parques y vergeles para el disfrute y recreo de sus selectas amistades, utilizando para ello una mezcla de varios estilos que transitan desde lo medieval hasta el clásico japonés, aprovechando además de manera muy creativa el relieve y las características del paraje, como la presencia del río San Diego para la conformación de un lago artificial, dígase pesca y paseos en bote; en sus orillas aparecen glorietas, embarcaderos y áreas de estar, integradas todas de manera armónica a la vegetación y al paisaje del entorno montañoso, además de piscinas, otros pequeños parques con casetas, bancos y jaulas para animales, así como otras edificaciones que semejaban en sus formas, construcciones medievales, al igual que la portada de la hacienda. 

 José Manuel Cortina y García fue todo un personaje, nacido el 3 de febrero de 1880 en las cercanías de San Diego de Núñez en esta provincia de Pinar del Río, hijo de la Sra. María Luisa García Gutiérrez, natural de Matanzas y su padre, Dionisio Constantino Cortina y Arteaga, de Vizcaya, España. 

El Sr. Cortina, abogado de profesión, formó parte de varios gobiernos de la época y ocupó otros cargos de relevancia nacional y extranjera. Desde muy temprana edad fue muy activo en el quehacer político del país y el Generalísimo Máximo Gómez que pudo presenciar uno de sus discursos de brillante oratoria, expresó:

“No se puede perder la fe en un país que produce jóvenes de tanta inteligencia y de dones tan excepcionales” – Me ha conmovido… Me he tenido que contener… ¡Vaya con el muchacho!”. 

Es por ello que en muy poco tiempo se gana el título para algunos como “el príncipe de la palabra” y para todos, “el orador de la República”. Fue electo con apenas 22 y 24 años de edad, representante de la Cámara en 1902 y 1904 respectivamente, pero no pudo ejercer por no contar con la edad constitucional; posteriormente, en 1914 y 1916, es nombrado y reelecto, representante, y en los comicios de 1924, Senador de la República, cargo que ostentó durante 8 años. En el Senado fue elegido presidente de la Comisión de relaciones Exteriores, Presidente del Comité Parlamentario y Líder de la mayoría. 

Ocupó la secretaría de la presidencia durante el gobierno de Alfredo Zayas; fue el autor de la "Ley de accidente del trabajo", creo el sanatorio para tuberculosos llamado "La Esperanza", así como la Comisión Nacional de Propaganda y Defensa del Tabaco Habano.

Fue Ministro de Estado durante el gobierno de Miguel Mariano Gómez, y en el primer gobierno por elección del general Fulgencio Batista (1940 - 1944). También presidente de la delegación de Cuba a la Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz, en Buenos Aires, convocada por el presidente Franklin D. Roosevelt. En esta conferencia el Doctor Cortina junto a la delegación de México, obtuvo la aceptación de los Estados Unidos para firmar el protocolo de "no intervención", que no habían querido aprobar en la Conferencia Internacional de Montevideo, de 1933, un golpe significativo a la Enmienda Platt.

Cortina se destacó en la convención constituyente que redactó la Constitución de 1940. Como delegado por la Habana, mantuvo los debates en torno a los principios contenidos en la Carta Magna. La asamblea adoptó por unanimidad una serie de reformas propuestas por él, específicamente las que se relacionan con el régimen parlamentario, la responsabilidad de los magistrados, la anulación de la llamada "Ley de Fuga", el tribunal de cuentas y otros muchos problemas que eran puntos contradictorios y críticos de la sociedad cubana.

Publicó más de 30 obras de tipo social, muchas de ellas traducidas a varios idiomas, entre las que se destacan su "Apología de Martí" o "Ideales Internacionales de Cuba".

Cortina fue un hombre de su tiempo, favorecido con el talento pero sobre todo con posibilidades económicas desde su nacimiento, para estudiar y ascender en la sociedad a la que perteneció, formó parte muy activa de la burguesía criolla y como tal, sería impensable que cometiera en algún momento de su vida suicidio político o de clase con giros demasiados radicales hacia la izquierda, a pesar de que se puede apreciar en su labor política, un marcado patriotismo y reformismo en muchos de los campos en los que trabajó, aspectos que el alguna medida mejoraban o favorecían a las masas más desposeídas, me atrevería a calificarlo como un progresista moderado, si tal término fuese compatible.

Los cambios ocurridos en Cuba con el triunfo de la Revolución en 1959, no tenían nada que ver con los intereses y la forma de vida de una persona como la que hemos pálidamente descrito, por lo que como muchos de su clase, emigró a los Estados Unidos y muere a los 90 años de edad, el 9 de marzo de 1970, dejando una marca, quizás diminuta, pero notable en la historia de los políticos y los gobiernos de la época y otra huella valiosa en las bellezas que acumuló en su parque de "La Güira", lugar único en comparación con propiedades similares en Cuba, porque edificó, en medio de un pintoresco paisaje, elementos arquitectónicos, escultóricos y culturales que le dan un sello distintivo. 

 Me gustaría y creo que sería muy justo, que su historia, estuviera expuesta al alcance del público que visita el parque, sería un modesto homenaje a su creador, una manera de conocer la historia de Cuba y una manera lógica de entender o interpretar aquel lugar.

Ahora:

Alguien en mi trabajo tuvo la genial idea de planificar una excursión familiar a La Güira y el pasado 30 de Diciembre se concretó, pude entonces quedar favorablemente sorprendido al caminar una vez más por aquellos conocidos senderos entre el verde de la vegetación, el canto de arrieros y carpinteros reales; las imágenes que a continuación podrán ver, me ahorraran mil palabras por cada una de ellas, sobre todo si lo ha visto en el pasado y lo mejor de todo, de vital importancia es que el parque por primera vez cuenta con cuerpo de vigilancia en todas sus áreas.

Falta mucho por hacer pero se aprecia, se palpa el trabajo, incuestionablemente, el Parque Nacional “La Güira” renace de sus ruinas.

Ahora la pelea es más justa por que sin cabeza no se puede ir a la batalla.











Esta ranita, la que está sobre las piedras, no recuerdo bien la original, solo que de su boca salía agua hacia el lago.






Una de mis preferidas, espero que pronto tenga el agua.





Este otro anfibio, el del fondo, era de porcelana, un poco más grande y más verde pero se rompió.

Nunca logré ver esta pajarera con aves, ahora tiene unos periquitos.


Panteón Cortina: En realidad desconozco quien pueda estar sepultado aquí. falta una gruesa cadena que tenía  para delimitar el lugar.



El río y el lago están siendo dragados


Casa museo de China. Actualmente no tengo idea de su interior. Al lado una cafetería que no había visto antes.

Mirador junto al restaurante principal del parque.






Fuentes:
 www.ecured.cu
www.es.wikipedia.org

4 comentarios:

  1. Que bien me trae muchos recuerdos buenos en mi infancia no tan buenos en mi juventud es un lugar especial para mi te quedo muy lindo el articulo y me quede sorprendida de que lo hayan restaurado porque estaba en muy malas condiciones que bueno que tuvieron esa idea tan genial

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  2. Cuantos recuerdos maravillosos d ese hermoso lugar en nuestro municipio d Consolación. Gracias hermano

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  3. La Guira.

    Lugar inolvidable para Muchachos, Pandillas y Familia q siempre la han visitado, desde q se entra en la Adolecencia, visitada en Bicicleta o ha Caballo cuando habían Carnavales y Rodeó, en la cercanía de aquel entonces.

    Mis Abuelos viven en entronque de

     Herradura, donde disfruté d mi Niñez, Adolecencia Libre, he imcomparable.

    Recuerdo que salíamos de casa de la Abuela alrededor de 9 muchachos en bicicletas, en horas tempranas de la mañana, hasta el Campismo las Cuevas d los portales en San Andrés, ahí pasábamos hasta el medio día, después emprendia viaje por la pequeña calle hasta la Güira, donde almorzabamos, comíamos helado y los duros frío d toda la Vida, comprados en el vecindario.

    Ya alrededor de las 4pm salíamos a la Carretera Central rumbo a Casa, no recuerdo cuántos quilometros nos hacíamos en Bici, pero de seguro siempre serán inolvidables.

    No dejó de ir a Casa d la Abuela y es raro n entrar por la Güira u hacer el recorrido aunque ahora en Carro, ya sea con mi Señora u Amigos.
    Recuerdos que Jamás se Olvidan

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  4. Gratos e inolvidables recuerdos, gracias por comentar. Por curiosidad he buscado en el mapa esas distancias y es de la manera siguiente:
    Del Entronque de Herradura a la cueva de los portales 14 Km; de la cueva a la Guira 7½Km y de la Guira de regresando al Entronque de Herradura 13,5 Km. Buena tirada y un viaje muy pintorezco, divino.
    Nuevamente Gracias por comentar

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